Eco de África Occidental: «Dejad que los niños vengan a mí…» (Mt 19,14)
Queridos hermanos, hermanas, amigos y colaboradores de la gran familia Asunción:
Desde Abiyán, me alegra compartir con vosotros una etapa significativa de nuestra misión educativa. En este año pastoral 2025-2026, nuestra comunidad «Buen Pastor» ha abierto sus puertas al mundo de los más pequeños con la creación de una guardería y un parvulario en el barrio de Angré. Esta nueva obra marca una profundización de nuestro compromiso al servicio de la educación y de la vida, en el corazón de un entorno urbano en pleno crecimiento.
Desde hace varios años, estamos presentes a través de un centro de alfabetización y de formación femenina en economía doméstica, costura, bordado, cocina y pastelería, al servicio de jóvenes que han abandonado los estudios o no han tenido acceso a la escolarización. Acompañando a estas jóvenes hacia una mayor autonomía y dignidad, hemos percibido una llamada nueva: acoger también a los más pequeños, allí donde todo comienza. Acoger a un niño es acoger una promesa, es realizar un gesto de esperanza para el futuro.
Una obra que prolonga nuestro carisma
Como Religiosa de la Asunción, estoy profundamente marcada por la visión de Santa María Eugenia de Jesús, para quien la educación es un instrumento capaz de transformar la sociedad y formar personas llamadas a cambiar el mundo según el Evangelio.
Abrir una guardería y un parvulario se inscribe plenamente en esta dinámica. Creemos que la educación comienza en los primeros años, cuando la inteligencia despierta, el corazón se abre y se aprenden los primeros gestos de fraternidad. Queremos ofrecer a los niños un espacio donde sean respetados, animados, valorados y amados.
Una misión iluminada por la espiritualidad de la Encarnación
Nuestra espiritualidad como Religiosas de la Asunción nos invita a «poner a Dios y las cosas de Dios» en el centro de la vida cotidiana. A través de esta obra dedicada a la primera infancia, descubro cada día cómo la Encarnación da sentido a nuestra presencia: Dios se manifiesta en la sencillez, en lo frágil, en la risa de un niño.
Acompañar los primeros pasos, aliviar los llantos, animar los descubrimientos… son maneras de participar en la presencia de Dios, que se acerca a la humanidad en su vulnerabilidad.
Una respuesta a las necesidades de las familias de Angré
Las familias del barrio de Angré expresan una verdadera necesidad de espacios seguros, educativos y acogedores para sus hijos.
Con la apertura de esta guardería y este parvulario, queremos ofrecer:
Uno de los signos más conmovedores de esta continuidad educativa nos llega de una joven en formación en el centro:
hace tres años, dio a luz a una niña. Hoy, mientras continúa su formación, su hija está inscrita en el parvulario Asunción.
Ver avanzar juntas a madre e hija —una aprendiendo un oficio, la otra descubriendo el mundo— es para nosotras un testimonio vivo de lo que puede ser una educación integral: acompañar a la mujer, apoyar a la familia y favorecer el crecimiento del niño.
Esta historia expresa bien el sentido de nuestra misión.
Una escuela donde crecen la alegría y la fraternidad En consonancia con el tema del Año Jubilar, «Peregrinos de esperanza», soñamos con que esta obra sea un lugar donde la alegría, la fraternidad y la confianza se conviertan en caminos de aprendizaje para los niños y sus familias. Para nosotras, Religiosas de la Asunción, cada niño es una promesa, cada madre una esperanza, cada familia una historia en gestación.
Hoy, con la apertura de esta guardería y este parvulario, afirmamos una vez más que la educación sigue siendo un camino evangélico, un servicio de la vida y una manera muy concreta de esperar para nuestra sociedad. A vosotros que me leéis —Hermanas, Amigos, Laicos, Colaboradores—, que Dios os colme de paz, de luz y de esperanza. Que Él bendiga vuestras comunidades, vuestras misiones educativas, vuestras familias y a todos los niños de nuestra gran familia Asunción.
Monèmou Yöyö Yvette de l’Enfant Jésus
Religiosa de la Asunción