Después de que la hermana Odessa provincial de América Central-Cuba compartió con nuestras comunidades la carta pidiendo la ayuda que la comunidad de Chaparral nos proponía, todas nos sentimos llamadas y con deseos de compartir de cerca la dura realidad de los migrantes centroamericanos que llegaban sin parar a la parroquia de Chaparral, lugar en el que las hermanas de USA, viven desde hace casi veinte años. Sabemos que a partir de los últimos dos años la cantidad de refugiados ha ido aumentando y sobrepasando la capacidad de los voluntarios que los acogen del otro lado de la frontera.
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