La primera comunión es un evento significativo en la vida de cualquier católico, y para Madre María Eugenia, este momento fue especialmente trascendental. Su primera comunión no solo marcó su vida espiritual, sino que también influyó profundamente en su misión y obra futura.
La primera comunión de Anne-Eugénie tuvo lugar cuando tenía 12 años, un evento que dejó una huella imborrable en su vida. Este sacramento, en el que por primera vez recibió el Cuerpo y la Sangre de Cristo, fue un momento de gran revelación y transformación para ella. En sus propias palabras, describió su primera comunión como un encuentro íntimo con Jesús que despertó en ella un profundo deseo de seguirlo y servirlo.
Este encuentro con Cristo fue el catalizador que llevó a Anne-Eugénie a dedicar su vida a Dios. La experiencia de su primera comunión la llenó de una alegría y paz indescriptibles, y desde ese día, sintió un llamado especial a trabajar por la educación y la formación cristiana de los jóvenes, especialmente de las niñas.
Inspirada por su experiencia espiritual y el deseo de llevar a otros a conocer a Cristo, Anne-Eugénie fundó la Congregación de las Religiosas de la Asunción en 1839, cuando tenía solo 22 años. Su misión era transformar la sociedad a través de la educación cristiana, basada en los valores del Evangelio. La congregación se dedicó a la enseñanza, con un enfoque en la formación integral de las jóvenes, preparando a las futuras generaciones para ser agentes de cambio en el mundo.
La espiritualidad de Madre María Eugenia y la misión de la congregación están profundamente enraizadas en su experiencia de la primera comunión. Este sacramento, que ella vivió con tanta devoción y amor, se convirtió en el fundamento de su vida espiritual y su obra educativa.
La primera comunión de Madre María Eugenia fue un momento transformador que moldeó toda su vida y misión. Este encuentro con Cristo no solo fortaleció su fe, sino que también la impulsó a dedicar su vida a la educación cristiana y a la formación de jóvenes. La Congregación de las Religiosas de la Asunción, fundada por ella, continúa su legado, llevando la luz de Cristo a nuevas generaciones.