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La DANA de Valencia

L eventDomingo, 17 Noviembre 2024

La reciente DANA de Valencia ha sido uno de los desastres naturales más graves en décadas en España. Se estima que alrededor de 325.000 personas fueron afectadas directamente en la llamada “zona cero” de la DANA, que abarca varios municipios de la primera corona metropolitana de Valencia. Esta área sufrió graves inundaciones en hogares y áreas industriales, lo que ha generado desplazamientos de emergencia y daños materiales severos​. Cayeron más de 2.200 metros cúbicos por segundo, que es equivalente al caudal medio que circula por el Rin, el río más caudaloso de Europa. Se trata de un evento extremo en una región con cauces secos habitualmente, la magnitud relativa fue devastadora, generando inundaciones críticas debido a la falta de preparación de los suelos y canales en la región urbana.

Este evento a removido conciencias y corazones. Desde el inicio de las tareas de limpieza y ayuda, miles de voluntarios han participado diariamente en las labores de recuperación en las zonas afectadas. El primer fin de semana (el 2 y 3 de noviembre), se registraron movilizaciones masivas: con más de 10,000 voluntarios registrados. 

Soy Almudena. Vivo en Valencia. He estado, he visto y os cuento lo que he sentido. 

Si algo estoy viendo estos días es que no importan razas, religiones o ideas políticas. Si algo estamos demostrando, es que nos sentimos un solo corazón. Que si alguien sufre, somos capaces de ir todos a una y sacarlo adelante.

Entre el olor a putrefacción, hay solidaridad, respeto, y comprensión. Hay más civismo de lo que he visto nunca: todo por favor, por todo gracias, siempre ánimo, abrazos a desconocidos, palmadas en la espalda. No he oído ni una mala palabra. Ni una.

Estoy aprendiendo y viendo directamente lo importante que es poner tu granito de arena. Porque muchos granitos de arena, hacen un desierto. Y en estas fotos, veis un pedacito minúsculo de ese desierto.

En la era del individualismo y de las redes sociales, estamos demostrando que somos capaces de servirnos de ellas para salir de nosotros mismos y caminar, literalmente kilómetros, al encuentro con el otro. Y así, el individualismo se convierte en colectivismo. La frontera, en encuentro. Las diferencias, en uniones. Y la vida...en un regalo que compartir con el otro.