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Provincia de Europa: “Es una alegría sentir que uno ha encontrado su lugar”

P eventMiércoles, 03 Julio 2024

Sr. Jolanta Laučiūtė

Guoda Kliucinskaite

Cada vez que me encuentro con sor Jolanta Laučiūtė, hermana de la Asunción, siento alegría escuchando sus experiencias: la organización Ateitis, su congregación religiosa y sus actividades apostólicas diarias. Este intercambio tiene que ver por lo tanto con la alegría de la educación.

 ¿Cómo “apareció” la organización Ateitis en tu vida? ¿Qué es lo que más te ha interesdo?

Conocí a Ateitis cuando todavía estaba en la escuela secundaria. Mi compañera de clase Neringa me invitó, creo,  a la misa del lunes por la noche. Luego asistí a misas en la Capilla de San Casimiro en la Catedral de Vilnius. Incluso participé en el congreso Ateitis, aunque no recuerdo gran cosa de este evento; solamente recuerdo el ambiente positivo y el entusiasmo de Arvydas Žygas, director de esta organización. También me uní al grupo de jóvenes de la parroquia de Šv. Mykalojus (San Nicolás) donde encontré nuevos amigos que pertenecían a esta organización. Pienso, por lo tanto, que fue la amistad lo que más me atrajo. También sentí una sed de espiritualidad, de espíritu y de verdad, que fue satisfecha por las  discusiones profundas con mis compañeros, por los sermones en las misas y las conferencias a las que asistimos. Desde entonces, me he preguntado por qué no me uní a Ateitis en ese momento. En realidad, nadie me había invitado directamente a ser miembro de la organización y la idea no se me había pasado por la cabeza; así que seguí siendo “simpatizante”.

Ateitis se fundamenta en 5 principios (amor a la patria, compromiso social, compromiso con el aprendizaje, catolicidad, espíritu de familia) y su lema es “Renovarlo todo en Cristo”. ¿Cuál es el vínculo entre estas ideas y la misión de vuestra congregación de Religiosas de la Asunción?

¡Tenemos mucho en común! La Regla de vida de las Religiosas de la Asunción pone el acento en el espíritu de alegría que nace de la fe, en el constante crecimiento humano y espiritual y en el desarrollo personal. La educación en la asunción promueve el compromiso en la sociedad. El desarrollo humano nunca es un fin en sí mismo, sino que siempre está orientado hacia el bien de la comunidad y la sociedad.

“La tierra es un lugar de gloria para Dios”, dijo Santa María Eugenia, fundadora de las Religiosas de la Asunción. Para ella, la realidad terrenal no es un “valle de lágrimas” a pesar de las pruebas, sino un lugar donde el Señor revela su gran amor; y estamos aquí para compartir este amor con los demás. María Eugenia estaba convencida de que una persona con la mirada fija en Jesucristo y en su acción salvadora, no puede perder el tiempo quejándose. Y según san Ireneo, “la gloria de Dios es el hombre vivo”. Por eso encontraréis a nuestras hermanas en todo el mundo en lugares donde las personas se educan de una u otra forma. Nuestra Regla de vida está inspirada en el espíritu de la Regla de San Agustín y nos es querido el espíritu de familia. Rezamos juntas varias veces al día, comemos juntas en la medida que nos sea posible, nos reunimos por la noche para compartir nuestras alegrías y nuestras dificultades cotidianas. Cuando es necesario, también discutimos, como en la familia.

Otro aspecto de la fe muy importante para las religiosas de la Asunción es el misterio de la Encarnación; en otras palabras, la elección del Hijo de Dios de ser parte de una familia  y de una nación concreta. Nació como una persona particular, en una familia, en un lugar concreto, en una cultura particular, enfatizando también el valor de cada persona, cada familia, cada nación y cada cultura. Nosotros también somos más humanos cuando nos comprometemos en una realidad concreta.

Hace unos años aceptó organizar un grupo Ateitis para alumnos del colegio Beato Teofilius Matulionis. ¿Cuál fue la motivación para emprender esta actividad apostólica?

Nosotras las hermanas que trabajamos en el colegio Bx. Teofilas Matulionis, soñábamos con tener un grupo católico en el centro. La idea surgió espontáneamente durante una conversación con sor Kotryna-Danguole, ex miembro de Ateitis. Cuando me preguntó si deberíamos tomar la iniciativa de crear un grupo, me di cuenta de que respondía a mi deseo: que los niños católicos tuvieran amigos dentro del colegio. De hecho, no es tan fácil ser católico practicante entre tus compañeros de clase, incluso en una escuela católica. Además, el Padre Gabrielius acababa de ser nombrado capellán de nuestro colegio en 2019, por lo que las condiciones parecían favorables para iniciar este nuevo proyecto.

Los alumnos que se unieron al grupo cuando estaban en la escuela primaria ahora están en octavo grado. Hay algunos miembros que han estado allí desde el comienzo del grupo. Otros se comprometen durante uno o dos años y luego se alejan debido a actividades personales, a otros clubes o a cambio de intereses. Los cambios son frecuentes y es necesario saber qué hace que estos movimientos sean importantes e interesantes y por qué vale la pena continuar. Este año, Miglė, alumno de duodécimo grado, también se unió a las actividades del grupo después de participar en la Academia de alumnos Ateitis el verano pasado. ¡Ella es una ayuda preciosa! Intentamos orar juntos, compartir nuestras experiencias de la semana o dialogar sobre un tema; luego tenemos tiempo para encontrarnos en torno a algunos juegos. A veces vamos al campo, a algún museo, de excursión y de vez en cuando acogemos alguna persona que nos visita.

¿Qué descubriste en ti cuando te convertiste en coordinadora de grupo? ¿Te diste cuenta de algo nuevo o simplemente tuviste la confirmación de lo que ya sabías?

Me di cuenta de que me encanta jugar.

¿Qué alegría puedes compartir de la vida de Ateitis?

Puede que no sea una alegría, pero es una actividad que me gusta mucho y me sorprendió ver que los niños también la aprecian. Me sorprendió mucho porque pensé que los alumnos no tendrían ganas de leer un texto largo después de un día de clase, pero lo propuse una vez y desde entonces hemos continuado. La actividad es la siguiente: en medio del círculo coloco todas las revistas de Ateitis que recibí y cada uno elige una en función de la foto de portada que le llame la atención. Luego, cada uno elige uno de los artículos cuyo título les intriga ese día. Luego dedicamos de 10 a 20 minutos a leer, con el objetivo de presentar la idea clave de nuestro artículo a otros. Se puede abandonar un artículo si el alumno lo encuentra poco interesante o demasiado complejo, pero sólo una vez para tener tiempo de leerlo en detalle.

Ha trabajado con niños durante más de diez años. ¡Qué observa? ¿Los niños cambian? o hay algo que une a todas las generaciones de alumnos.

Sí, las generaciones cambian. El acceso a fuentes de información ha ampliado enormemente sus conocimientos e intereses. Los niños tienen a su disposición una amplia gama de actividades extraescolares. Encuentro que los niños son más sensibles, más vulnerables, más directos, más inmediatos, más valientes a la hora de expresar sus pensamientos. ¿Qué es lo que une a todas las generaciones? Los niños de todas las generaciones son seres humanos, con sus heridas, sus aspiraciones, sus deseos, sus contradicciones, su apertura a la novedad, a las relaciones, a la amistad, a la fe. No entiendo gran cosa cuando hablan de sus juegos recientes, pero siempre es muy interesante escucharlos hablar de lo que les apasiona y atrae.

Además de tu rol como coordinadora de grupo, tienes otros compromisos, ¿cómo es tu día a día? ¿Qué te da más alegría?

Este es el tercer año que soy responsable de la pastoral del colegio y es mi principal responsabilidad y preocupación. También tengo responsabilidades en mi comunidad. Somos una congregación internacional y por lo tanto tenemos reuniones on line y presenciales con hermanas de otros países. La alegría surge de la experiencia cotidiana: la adoración en silencio,  un salmo cantado en la capilla, una conversación sincera y abierta, un paseo, la  preparación del almuerzo, la visita de alguien, una zanahoria cogida en el jardín... y el sentimiento de estar en mi lugar.

 

 [1] Ateitis es una organización infantil y juvenil fundada en Lituania a principios del siglo XX. Su objetivo es educar a jóvenes católicos que contribuyan al cambio social.