En esta profunda reflexión compartida con la comunidad de Laicos de Filipinas, la hermana Regina Victoria Yulo r.a. nos invita a redescubrir la humildad como el corazón palpitante de la vida espiritual en la espiritualidad de la Asunción. Inspirada en el pensamiento de Santa María Eugenia, la conferencia nos recuerda que "sin humildad no hay vida espiritual", pues esta virtud brota del amor y nos libera del falso amor propio que impide amar verdaderamente.
A través de ejemplos cercanos y preguntas que tocan lo cotidiano, la autora nos conduce por un camino en el que la humildad no es negación ni tristeza, sino confianza, alegría y gratitud: “La humildad no es una virtud triste... es un acto gozoso de amor”. En este texto, descubrimos que ser humildes no es empequeñecerse, sino crecer en verdad y en libertad, y permitir que Dios actúe en nosotros.
Puedes leer el texto completo aquí y dejarte interpelar por una virtud que transforma desde dentro.
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