Muy queridas Hermanas y Amigos:
¡Os deseo una muy feliz fiesta de Santa María Eugenia!
Considero que es una gracia especial celebrar la fiesta de Santa María Eugenia en Madrid, con a la comunidad del Consejo General Plenario.
Las reflexiones sobre la sinodalidad tienen prioridad sobre otras cosas en las reflexiones y debates de la Iglesia de hoy. Santa María Eugenia deseaba que tuviéramos un lugar especial en nuestros corazones para las preocupaciones e intereses de la Iglesia. En sus propias palabras: "Para nosotros, este espíritu de celo debe manifestarse en una obra de amor por nuestro Señor, de devoción y de celo por las almas, ya que estamos consagradas a su servicio, y en ese amor filial por la santa Iglesia, todo lo que le pertenece, todo lo que le interesa, todo lo que le concierne es para nosotros objeto de pensamiento, de deseo, de oración, la razón de una preocupación continua y muy constante".1 En línea con este sueño de Santa María Eugenia celebramos su fiesta este año reflexionando sobre un modo de vida sinodal en la Iglesia y en la Asunción.
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