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Muy queridas hermanas y amigos:
Os deseo a todos ¡Feliz Fiesta de Santa María Eugenia!
Al conmemorar este año el 125 aniversario de la muerte de María Eugenia, tenemos una oportunidad única para profundizar en su espiritualidad y para renovarnos. Os invito a reflexionar conmigo sobre estas palabras – “Mi mirada está fija en Jesucristo y en la extensión de su Reino” – que hemos escogido como inspiradoras para el Capítulo General de 2024. Me parece que manifiestan la manera de ser y de hacer en la Asunción. Encarnan los valores, virtudes y actitudes que definen nuestra vida y misión, una actitud con frecuencia evidente hacia nosotros mismos, nuestra misión, y nuestra vida de comunidad y de familia. Santa María Eugenia concibe la Asunción como un misterio de transformación, de victoria sobre el mal y la muerte, de comunión con Dios. Se trata de un misterio de desprendimiento gozoso, que implica un “trabajo continuo de renovación”[1]
[1] Santa María Eugenia, 16 de abril de 1871 – “La Resurrección”.
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