Queridas Hermanas
Aunque con retraso, nos unimos a vosotras como grupo de hermanas de 5 a 10 años de los Votos Perpetuos de África-Madagascar para compartir nuestra experiencia de la sesión del 17 al 19 de diciembre de 2022.
Estos tres días fueron días de bendiciones que nos dieron la oportunidad de profundizar en nuestra identidad como Religiosas de la Asunción africanas y malgaches.
Después de la oración de apertura, tuvo lugar la presentación de las participantes por Provincias y Regiones, seguida de la puesta en común de las reflexiones de cada participante sobre su experiencia desde el día de sus votos perpetuos. Este compartir fue muy rico en descubrimientos y conocimiento mutuo a través de nuestros magnificats y salmos 50. Allí pudimos poner en evidencia ciertos elementos de nuestras experiencias como la presencia de Dios, su libertad de acción en cada una de nuestras vidas y la riqueza de nuestras culturas para nuestra vida consagrada. Una atmósfera de apertura, escucha y comunión profunda nos marcó.
El segundo día, tuvimos la alegría de comenzar la jornada con Sor Rekha que comentó el Prólogo de la Regla de Vida que resume la vida de una Religiosa de la Asunción como mujer enraizada en la experiencia de Dios con el misterio de la Encarnación, base de nuestra espiritualidad que nos hace signos visibles de la presencia de Dios en el mundo. Nos llamó a apasionarnos por nuestra cultura de la Asunción y por nuestra cultura africana y malgache. Nos habló de la bondad y del desprendimiento gozoso. Nos invitó a trabajar para que la bondad forme realmente parte de nosotros. Insistió en que la bondad no debe ser controlada ni afectada por lo exterior. Tampoco es una cualidad que se adquiere para siempre. Si hoy soy bueno, no es garantía de que mañana lo sea tengo que trabajar en ello diariamente.
Después de su intervención, compartimos en asamblea el trabajo sobre el alma africana y la manera en que esta espiritualidad sustenta la vivencia de nuestra fe cristiana y de nuestra vida como religiosas de la Asunción.
Algunos elementos de nuestro compartir:
El alma africana está marcada por la espiritualidad del UBUNTU que alude al ser comunitario. El hombre se construye dentro de un proceso comunitario. No decimos "pienso, luego existo", sino "existo porque existimos". Se trata de darse vida mutuamente, de engendrarse mutuamente. En la tradición africana, la verdadera humanidad implica engendrarse mutuamente. El alma africana es algo dinámico.
La espiritualidad africana es una espiritualidad de la vida. La vida en su forma más pura sólo se encuentra en Dios. El hombre es un ser amenazado por la muerte. La vida nos viene de Dios, la espiritualidad africana es una espiritualidad de liberación. La mayoría de nuestros ritos están ahí para domeñar el mal y liberarlo. No podemos ignorar esto. Es una espiritualidad bíblica: el pueblo de Israel reconoció ante todo a su Dios como un Dios liberador.
La espiritualidad africana sostiene nuestra vida de cristianos y de religiosos de la Asunción.
A partir de las experiencias de algunas hermanas mayores que han dado testimonio de las riquezas culturales, pero también de los límites cuando no están al servicio de la vida. Algunos de los elementos básicos de estas riquezas culturales africanas que favorecen nuestro ser como Religiosas de la Asunción son: el sentido de lo sagrado (manifestado por ciertas expresiones como IMANA en la cultura ruandesa, el ser supremo, el creador, ciertos refranes...), el sentido de comunidad, el sentido de compartir, el sentido de familia y de fraternidad, la alegría de vivir.
Por último, el Padre Jean Paul Sagadou, Padre Asuncionista, retomó el tema de la identidad, invitándonos a profundizar en él por el desafío que existe entre lo que decimos y lo que vivimos realmente como africanos, porque ser africano no es una cuestión de color. El color de la piel no hace el alma africana. Tenemos que ser más conscientes de lo que tenemos que aportar al resto del mundo. Hay que atreverse a mucho más.
Las Consejeras Generales que nos acompañaron, Sor Irene y Marthe Marie, expresaron su alegría por haber compartido esta experiencia con nosotras. Nos invitaron a integrar más nuestra cultura para vivir mejor nuestra fe. Necesitamos dar y sostener la vida como mujeres africanas viviendo nuestra espiritualidad de la encarnación.
A modo de conclusión, cada una de nosotras expresó lo que la sesión aporta a nuestras vidas y lo que aportaremos a nuestras comunidades/provincias/regiones .... Algunas de nuestras expresiones:
La convicción de que he sido libremente llamada a amar y a servir.
El arraigo en mi propia cultura, el arraigo en la Regla de Vida.
El gusto y el deseo que dan vida, cuidar y transmitir los valores africanos, cristianos y de la Asunción.
Ser consciente de que soy responsable de transmitir estos valores a la comunidad y a las personas con las que me relaciono.
No podemos terminar esta carta sin expresar nuestro sincero agradecimiento a nuestros Provinciales y Regionales que nos han preparado esta sesión y que han insistido en estar presentes desde el principio hasta el final. Nos han enviado como centinelas de la comunión, centinelas de la celebración del Dios de la vida, testigos de la auténtica vida consagrada africana, mujeres en camino hacia el Señor.
Sí, queridas hermanas, hemos recibido gracia sobre gracia de la plenitud del Señor. No podemos contároslo todo. Pero es una alegría para nosotras haceros leer este pequeño compartir, y tener un motivo para el agradecimiento. Gracias al Consejo General, y a todos nuestros provinciales y regionales que nos han dado esta gran oportunidad para pararnos, para releer nuestras vidas para leer a Dios. Bendito sea Dios que nos ha visitado y que nos ha colmado de sus maravillas. Gracias también a nuestras comunidades que nos han dado el tiempo para vivir estos días de encuentros. Que el Señor nos ayude en nuestra vida cotidiana a vivir plenamente nuestra identidad de hermanas asuncionistas africanas.
Sor Ignace Marie Léonie
En nombre de todo el grupo