La comunicación en y de la vida religiosa es cada vez más importante para estar presentes y ayudar a conducir a las nuevas generaciones y a nuestras congregaciones hacia el futuro que ya está en marcha.
MISIONERAS DIGITALES
NOS COMPROMETEMOS A:
Reforzar la conciencia de que el paradigma en el que vivimos, como sociedad y como Iglesia, es digital: esto afecta a todas las dimensiones de nuestras vidas, no sólo a la comunicación en los medios sociales.
Reconocemos que la comunicación es una misión de la Vida Religiosa a la que el Espíritu Santo nos impulsa en la Iglesia para anunciar el Evangelio.
Contar con misioneras digitales en cada instituto con la misión de crear comunión y puentes de diálogo en el sexto continente, el continente digital.
MISIÓN DE LA COMUNICACIÓN
Profesionalizar la comunicación invirtiendo recursos humanos y financieros. Diseñar una organización de comunicación interna y externa eficaz, al servicio de una estrategia de comunicación intencional e integrada que siga un método.
Definir el perfil de la persona encargada de la comunicación y de los miembros de su equipo (religiosas y laicos) en los diferentes niveles (general, provincial y local).
Sensibilizar a las líderes, a todos los niveles, sobre la cultura digital y su potencial en el campo de la evangelización, de la pastoral vocacional y de la difusión del carisma.
Cultivar un liderazgo colaborativo en comunión y co-creación con el gobierno a varios niveles (congregación, provincias si las hay, y local). Privilegiar una relación sinodal basada en la fidelidad y la subsidiariedad.
Fomentar la participación y corresponsabilidad de todos los miembros de la congregación (hermanas y laicos) en una comunicación que vaya más allá de la pura información. Implicar a los miembros en la producción activa y el intercambio de contenidos (noticias y recursos).
Una comunicación externa eficaz se nutre de una buena comunicación interna dentro de la congregación
FORMACIÓN
Reforzar la formación profesional de las personas, consagradas y laicas, que trabajan en la comunicación en la vida religiosa.
Integrar, en la formación inicial, la dimensión digital, como contenido y como método de formación: educar para lo digital y educar a través de lo digital. Cuidar la actualización de las formadoras, reduciendo la brecha cultural entre el paradigma analógico y el paradigma digital.
Fomentar una cultura de la comunicación digital y del pensamiento crítico entre las hermanas, independientemente de su edad y función.
Aprender y desarrollar un espíritu de discernimiento, esencial en este mundo digital en continua evolución.
NUEVAS FRONTERAS
Admirar la obra de Dios en el ingenio tecnológico y en nuestra misión. Utilizamos las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con conciencia y sabiduría.
Conocer las posibilidades y los límites éticos de la Inteligencia Artificial Generativa: educar para la Inteligencia Artificial, educar a través de la Inteligencia Artificial.
Utilizar los medios sociales y otras plataformas digitales para entablar un diálogo con quienes están fuera de la Iglesia, atreviéndonos a utilizar un lenguaje que pueda hablar a quienes no comparten nuestros mismos valores. Estamos llamadas a salir del "convento", en el sentido simbólico del término.
Construir espacios de colaboración, intercambio de recursos y discernimiento entre congregaciones en el campo de la comunicación. Estamos llamadas a hacer más visible y conocido el Carisma de Vida Religiosa
Construir una buena relación de confianza con la prensa, católica y no católica.