Estuve asignada en Misioneros de los Pobres en San Andrés, Bukid, Manila, Filipinas.
Misioneros de los pobres, fundada el día 2 de julio de 1981 por el Padre Richard Ho Lung. Es una congregación mayormente de Hermanos y pocos curas. La casa madre se encuentra en Jamaica. Actualmente son 550 entre Curas y Hermanos. Sus misiones se encuentran en Jamaica, Haiti, Filipinas, India, Kenia, Uganda, Indonesia, USA.
En Manila los Hermanos administran el Hogar donde viven niños, adultos y ancianos en estado de abandono. Los residentes son 33 en total 16 personas con parálisis cerebral, 2 personas con parálisis cerebral de grado leve e hiperactividad, 1 persona con discapacidad mental y 14 adultos mayores. El lugar se sostiene de donaciones que hacen muchas personas generosas de todas partes del mundo, escuelas, empresas, iglesias de todas las religiones.
Muchas de las familias de los chicos familias no tienen los recursos para cuidarlos en sus propios hogares o incluso algunos de ellos no tienen hogar ya que han sido abandonados. Los adultos mayores son personas en estado de abandono por parte de la familia. El orfanato esta ubicado en una de las zonas pobres de Manila. Es una ciudad ruidosa, estaba apretada casi todo el tiempo porque el espacio es poco para la cantidad de personas. El cambio cultural fue un shock durante las primeras semanas.
Fui asignada a ayudar en la preparación de dos de los niños para ir al colegio, acompañarlos, escuchar las devoluciones de los profesores y asegurarme de que tenían todo para la jornada escolar. También estaba asignada a acompañar a los chicos a sus terapias físicas, en las cuales los terapeutas junto a los chicos hacían ejercicios y masajes para mejorar la movilidad física.
Como voluntaria ayude en todo lo que podía, los días fueron largos y agotadores. Las historias de vida que me compartieron son realmente duras de escuchar. La experiencia resulto profundamente desafiante y transformadora, sumamente enriquecedora. La vida con personas con discapacidad es completamente diferente a la vida que conocía, al principio dude mucho de mi misma y cuando empecé a disfrutar de compartir la vida con ello me transporte a otro mundo, donde la comunicación es diferente, el tiempo es diferente, el mundo es diferente porque no esta adaptado para ellos, la comida es diferente. En fin, todo es diferente y enriquecedor.
Mi fé, mis momentos de oración, mis charlas con Dios sucedieron en el monasterio junto a los Hermanos y fue lo que sostuvo en momentos de agotamiento y duda. Son los pilares que sostienen y van a sostener el camino de mi vida. Todo se ilumina y llena de amor cuando estamos cerca de Dios, cuando le hablamos y descubrimos que nos responde, cuando pedimos y experimentamos lo que pedimos se vuelve un acto casi como mágico. Lo que esta experiencia me enseña es que somos luz, somos amor y eso significa tener la certeza de estar acompañados por Dios en cada momento de la vida.
Un abrazo, una palabra amable, un gesto empático puede salvarnos de pasar malos momentos o hacérselos pasar a los otros. Dios quiere lo mejor para nosotros, eso significa, ser humildes, pacientes, amorosos, amables, compasivos con nosotros mismos primero, y eso mismo es lo que va a ser reflejado. Jesús vivía según la palabra de Dios, era fiel a si mismo y a sus valores, Jesús es el máximo ejemplo de esto que menciono.
Quiero invitarlos a buscar a Dios, sentirlo, charlar con el.
Quiero agradecer a la Hermana Mercedes por su guía y soporte espiritual y emocional. Gracias a la Hermana Carmen por toda su ayuda para coordinar el voluntariado. Gracias a Ms. Teresa Solis por su guía y acompañamiento en tan desafiante experiencia. Gracias a las Hermanas de la comunidad de Ema
También una vez más quiero expresar mi gratitud a las Hermanas de la comunidad de Lübeck, Paris, Francia. Por recibirme hasta poder continuar mi viaje hacia Manila. En Especial, gracias a la hermana Ericka por sus palabras y escucha.
Me siento profundamente afortunada de haber vivido la experiencia como AMA. Hoy estoy comprometida con la discapacidad, si me preguntaran acerca de la discapacidad hace un año les diría que le tengo mucho miedo a eso y hoy solo quiero visibilizarla para generar mas empatía con esta realidad.
Les envió un fuerte abrazo.
Con amor Lore