Damos gracias a Dios, Señor de todo, que ha permitido que cuatro de nuestras jóvenes novicias pronuncien sus votos temporales en la parroquia de San Hubert en Kinsasa.
Después de varios años de formación en el aspirantado, el postulantado y el noviciado, están ahora convencidas de que el Señor las llama a servirle en la vida consagrada. La vida comunitaria ha sido para ellas una fuente de alegría. El tiempo de noviciado les ha permitido poner bases sólidas en su relación con Dios y fortalecer las relaciones fraternas. La Eucaristía, la adoración y la liturgia de las horas han nutrido profundamente su vida espiritual.
A la luz de las experiencias vividas y de las gracias recibidas, pueden decir también, como María: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). A pesar de sus límites y fragilidades, se apoyan únicamente en la gracia de Dios.
Varias congregaciones vinieron a compartir nuestra alegría, así como toda la familia de la Asunción representada: las Oblatas de la Asunción, las Orantes de la Asunción, las Pequeñas Hermanas de la Asunción y los Agustinos de la Asunción.
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