DE PIE EN LA ORILLA...
ESTOY CONTIGO...
Habiendo cumplido 25 años de vida entusiasta en la Congregación de las Religiosas de la Asunción, el 8 de septiembre de 2022, sentí que estaba de pie en la orilla, discerniendo, ponderando, contemplando y especulando qué he hecho con mi vida, con qué sentido la he pasado. ¿Cómo ha influido positivamente mi vida en la de los demás y cuáles son mis sueños para el futuro? En tales turbulencias, de repente llegué a una pacífica sensación de susurro divino tranquilizador: "YO ESTOY CONTIGO". En los momentos difíciles, Dios estaba conmigo y con todas vosotras, hermanas. Todas vosotras me habéis acompañado, por lo que os estoy enormemente agradecida.
Como parte del año jubilar, tuve el privilegio de asistir a un curso de renovación sobre "Crecimiento personal y renovación para la misión" en Ishwani Kendra, Pune, del 7 de enero al 4 de marzo de 2023. Viajando con otros 22 participantes pertenecientes a diferentes congregaciones religiosas de hermanas, padres y sacerdotes diocesanos, este curso me ayudó a volver a las fuentes de mi vida, mi familia, Congregación y misión. Fue un toque de atención para ponerme en marcha. Las múltiples sesiones, los interesantes debates en grupo, los intercambios formales e informales me animaron a volver a soñar y a tener esperanza en el futuro.
Personalmente, este curso me ayudó a ser lo suficientemente humilde y a mirar hacia delante con una visión renovada. Estoy convencida de que he sido elegida, equipada y consagrada para una misión que dará gloria a Dios utilizando los muchos recursos internos que Dios me ha dado. Esta es la lección más importante que he aprendido: las obras de bondad y solidaridad hacen que nuestra vida merezca la pena. Con la humanidad y la interdependencia, veo mis imperfecciones y mayores defectos como peldaños para mis mayores dones. Este descubrimiento me ha abierto las puertas para profundizar en mi relación con Jesús y ser más afín, alegre, optimista, abierta de mente y altruista.
Las historias de valentía y resiliencia que escuché de otras personas me contribuyeron a ser coherente en mi vida de oración y me hicieron sentir que soy necesaria en la misión de empoderamiento. El rico carisma de nuestra fundadora, Santa María Eugenia, la transformación de cada individuo a través de la educación formal y no formal se hizo más vivo y una realidad en mi vida. Deseo implicarme apasionadamente en la educación, la formación, la animación y el acompañamiento respetando, aceptando, perdonando y enriqueciendo a todos, especialmente a los que están en las periferias. Me doy cuenta de que la vida religiosa es hermosa y tengo que vivirla con ternura y alegría. Como mujer, canalizo todas mis energías a través de mi fructífero ministerio de servicio a los demás y a los miembros de mi comunidad dondequiera que esté. Creo que Jesús, que caminó por la orilla, seguirá caminando conmigo hasta el final de mi vida.
SR SARA POLISETTY RA