Nuestro mundo está compuesto por innumerables cambios extraordinarios, muchos de los cuales están siendo impulsados por mujeres que han reconocido su valor, dignidad, contribución y papel como agentes activos en la sociedad en la que viven. Hoy en día, las mujeres están cada vez más empoderadas para decidir el rumbo de su vida y su profesión, y para alcanzar todo su potencial, aunque no todos los países reconocen ni ejercen plenamente los derechos de las mujeres.
El Día Internacional de la Mujer, que se celebra anualmente el 8 de marzo, es una ocasión para festejar los logros alcanzados, agradecer las bendiciones recibidas, sensibilizar sobre los desafíos actuales, transformar los sueños en acciones y defender con firmeza nuestras convicciones. Es un momento para honrar los logros de las mujeres.
Santa María Eugenia de Jesús, fundadora de las Religiosas de la Asunción y patrona de nuestro colegio (St. Marie Eugenie Milleret Secondary School), fue una mujer de fe, amor, desarrollo y acción. Nos sentimos bendecidas y privilegiadas de pertenecer a una escuela dirigida por las Hermanas de la Asunción, quienes han continuado el espíritu de Santa María Eugenia en la educación de las niñas. Una educación que no se limita a obtener calificaciones de excelencia, sino que permite que el bien que hay en cada persona rompa la roca que la aprisiona y salga a la luz, donde pueda florecer y brillar.
El 8 de marzo de 2025 celebramos dos eventos importantes: el Día Internacional de la Mujer y la fiesta de Santa María Eugenia, que se conmemora cada año el 10 de marzo. Estamos profundamente agradecidas a las Hermanas, pues nos brindan las oportunidades y herramientas necesarias para construir un futuro mejor y más brillante para nosotras mismas, nuestras comunidades y la sociedad en general. Hoy comprendemos que una mujer valiosa no es un destino, sino un proceso en construcción, y que no se la define por sus logros, sino por su manera de afrontar la vida. Este proceso de forjar principios sólidos ha sido gradual, debido a muchas ideas erróneas que teníamos sobre la vida, como creer que tener buenas calificaciones garantiza una vida justa y próspera.
Sí, nos hemos dejado formar y hoy somos valientes, abiertas, comprometidas, activas, capaces, cooperativas, seguras de nosotras mismas, responsables, organizadas, intrépidas y fuertes, y mantenemos un espíritu de trabajo en equipo entre nosotras y el personal docente. Esto se debe a que ahora sabemos que debemos transformar nuestros sueños en acciones defendiendo lo que creemos.
Lo demostramos al presentar nuestros talentos a través de poemas, música y debates, todo en honor a la mujer. Fue un día memorable, porque reafirmó que las mujeres forman parte de este mundo maravilloso y que es el momento oportuno para reconocer su presencia.
Es muy cierta la afirmación de que "educar a una mujer es educar a una nación". Rindamos homenaje a las Hermanas, que son una gran inspiración para nuestros sueños. Son mujeres fuertes, llenas de convicción y apoyo. Tienen una forma única de alentarnos a seguir adelante cuando dudamos de nuestras propias capacidades.
Concluimos con esta invitación: ¿Alguna vez has imaginado un mundo sin mujeres?
¡Levántate y ofrece a una mujer la oportunidad de vivir su vida!