Nosotros, la comunidad de Singida Town, hemos vivido de verdad la experiencia de recibir y compartir. Dando, escuchando a los necesitados, llegamos a comprender las necesidades de la gente que nos rodea. La gente experimenta desafíos físicos, espirituales y económicos en la vida.
El Centro Faraja (palabra kiswahili que significa "consuelo") de atención sanitaria comunitaria es una solución a todos estos problemas, y uno de los apostolados de este centro es la colaboración con las Hermanas Misioneras Médicas de María (MMM). Hasta ahora, el centro hace mucho por ayudar físicamente a la gente, ofreciendo servicios como cuidados paliativos para enfermos terminales que necesitan apoyo. Les ofrecen también servicios de asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH/SIDA para tratar problemas psicológicos, así como espirituales para quienes necesitan reconciliarse con su Creador.
También se ocupan de la trata de seres humanos, que se ha convertido en una amenaza en nuestra región y que ha traumatizado y asesinado a varios jóvenes, incluidos niños. El centro ayuda a la gente enseñándoles a evitarlo, a descubrir a los autores, porque muchos de ellos son parientes cercanos y algunos son miembros de nuestras familias. Ofrecen apoyo a quienes se han visto atrapados e intentan reconstruir su personalidad. Dedican tiempo a visitar a los enfermos en sus casas y les ofrecen lo que necesitan, como medicinas -por ejemplo, morfina para los enfermos de cáncer que reciben quimioterapia-, pañales, jabón, comida, etc. También ayudan a los niños huérfanos y pobres enviándolos a la escuela para que continúen su educación. Por lo tanto, el centro Faraja es una fuente de consuelo para el mundo que sufre.
Nosotras como RA encontramos un espacio donde compartir nuestro carisma, trabajando y colaborando junto con nuestros trabajadores en el centro de formación social, donde prestamos servicios a grupos y escuchamos a las personas que acuden al centro. Nuestros trabajadores han descubierto que pueden hacer más cosas en sus casas a partir de su experiencia de trabajo en el centro. Por ejemplo, tener un pequeño huerto y hacer galletas que venden y así mantienen a sus familias.
El campamento de jóvenes de la diócesis se celebra en el Centro. Es una oportunidad para que los jóvenes de todas las parroquias de la diócesis se reúnan y compartan sus talentos, sus planes de futuro y aprendan y mejoren diferentes habilidades. Las hermanas, con la pasión de los jóvenes, participan en el empoderamiento de la juventud estando con ellos o dando sesiones.
Como Religiosas de la Asunción, hacemos todo lo posible para ayudar a sostener la vida humana en todas sus formas para que la calidad de vida mejore.
Comunidad de Singida Town