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Provincia de África del Este: Mirando a la Virgen María con nuevos ojos

P eventMiércoles, 03 Julio 2024

Cada año, en la Iglesia Católica, el mes de octubre está dedicado al Santo Rosario, una devoción a la Santísima Virgen María muy conocida por todos los católicos.

Los cristianos de la Parroquia Cristo Rey, se reunieron para marcar el comienzo de este mes lleno de gracia de nuestra Madre, la Santísima Virgen María. El encuentro fue un verdadero acontecimiento sinodal: niños, jóvenes, hermanas, sacerdotes, laicos adultos y nuestro obispo Ludovick Joseph Minde (ALCP/OSS).

El Obispo leyó y reflexionó sobre el Evangelio de Juan 19, 25-27. Esta reflexión de María junto a la Cruz fue un recordatorio de lo cerca que está de cada uno de nosotros, de la Iglesia y de la familia. “Mujer, he ahí a tu hijo”. Como madre, comprende todas las situaciones humanas y seguramente le suplica a su amado hijo: “No tienen vino”. Luego la Virgen María continúa: “Haced lo que Él os diga”. (Juan 2:5).

El desafío y el motivo de reflexión para mí fue: ¿escucho atentamente lo que Jesús me dice cuando leo las Escrituras, reflexiono y en mi día a día? Como María, deseaba tener tiempo suficiente para reflexionar en mi corazón.

La breve reflexión fue seguida por una procesión solemne y orante con la estatua bien decorada de la Santísima Virgen María. Se cantaron con alegría himnos y alabanzas marianas que llenaron el aire en honor a nuestra Madre María. Estos himnos y alabanzas que nos eran familiares parecían llevar un mensaje al corazón de muchos de nosotros mientras alzábamos la voz y cantábamos juntos. Cómo imitar y seguir la sencillez, la humildad de María, seguir al Salvador hasta el final, avanzar en la fe incluso cuando no es fácil, la obediencia al llamado de Dios, su confianza en las promesas de Dios, su fe en Dios, la oración incesante, el amor ardiente, Bondad, paciencia, sabiduría celestial... la lista es interminable.

La estatua fue llevada de regreso a la Iglesia y comenzó el recitado de los misterios gloriosos, en honor a la Santísima Virgen María. La participación plena y activa de Ella fue una señal de que, a través de su intercesión maternal, podemos alcanzar la santidad de vida y profundizar nuestra fe mientras caminamos juntos hacia nuestro hogar celestial.

Como Religiosas de la Asunción, estamos llamadas a tener un amor ardiente por Dios, la Iglesia y la Virgen María. Al final de cada Capítulo de nuestra Regla de Vida, tenemos como modelo a la Santísima Virgen María que permitió a Dios transformarla para la obra de la salvación.

Como María, que cada uno de nosotros permita y capacite al Espíritu Santo para fortalecer nuestra fe para decir “Sí” incondicionalmente al plan de Dios para cada uno de nosotros. Dejemos que la Santísima Virgen María nos lleve de la mano.

 

María Reina del Santísimo Rosario………….. Ruega por nosotros.

 

Por el Sr. Nancy Nyawira