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Provincia de África del Oeste: Profesión temporal de tres jóvenes novicias

P eventMiércoles, 24 Septiembre 2025

El pasado 6 de agosto, Dios bendijo a nuestra Provincia con el don de tres nuevas hermanas. La celebración tuvo lugar en el Noviciado Nuestra Señora de la Esperanza, en Bobo-Dioulasso, a unos 400 km de Uagadugú, capital de Burkina Faso.

Tres jóvenes mujeres eligieron libremente seguir a Cristo casto, pobre y obediente en el seno de nuestra Congregación:

  • Hna. Justine YAMEOGO de la Encarnación (Burkina Faso)

  • Hna. Marie-Josiane Godelieve KABORE del Corazón de Jesús (Burkina Faso)

  • Hna. Véronique Joseph GAOU de Cristo Rey (Benín)

¡Es una gran alegría para nuestra Provincia, y damos gracias a Dios por este don!

La vocación religiosa es, ante todo, una iniciativa de Dios que exige de nosotras una respuesta libre y generosa, como se destacó en la introducción al momento de llamar a las hermanas por su nombre. En presencia de toda la comunidad cristiana, de familiares y amigos que se reunieron para acompañarlas, el sacerdote celebrante, el Abbé Bernard OUEDRAOGO, del Arzobispado de Bobo-Dioulasso, llamó a cada una de las novicias en nombre de Cristo.

Ellas respondieron con firmeza: «Aquí estoy», y entonaron este hermoso canto: «Señor, me asocias a tu obra de amor. Me consagro a ti por el mundo, acógeme para que sea ofrenda perfecta. Dejo en tus manos toda mi vida; que brote tu alegría que me compromete, y de mi vida surgirá tu testimonio».

¡Qué belleza tiene la entrega a Dios para el servicio de nuestros hermanos y hermanas!

Con plena libertad, cada una expresó ante el altar su deseo de seguir y servir a Cristo en nuestra familia religiosa. A través de esta decisión, manifestaron también su anhelo de caminar tras las huellas de Santa María Eugenia, nuestra fundadora, para vivir el legado espiritual que ella nos confió.

Nuestras tres jóvenes fueron entonces invitadas a hacer propia la forma de vida de las Religiosas de la Asunción:

  • Una vida contemplativa, sostenida por el silencio, la liturgia de las horas, la oración y la adoración.

  • Una vida fraterna en comunidad intercultural e internacional, posible gracias al compromiso de cada una en el seguimiento de Cristo.

  • Y una vida apostólica, compartiendo la misión de la Iglesia principalmente a través de la educación.

Tras un diálogo personal con la Provincial, cada una emitió sus votos por tres años, guardando sin duda en lo más íntimo de su corazón el deseo de que su fuera pleno, sin reservas y sin retorno. Seguir a Cristo, dejarlo todo por Él, ser luz y amor: sí, vale la pena, porque es Cristo mismo quien pone en el corazón de las hermanas el deseo de seguirle y quien concede la fuerza y el valor necesarios.

Al concluir la Eucaristía, nuestras tres jóvenes hermanas tomaron la palabra para agradecer a sus familias, a las formadoras y a todas las personas presentes que las rodearon con cariño. Animaron a las jóvenes allí reunidas a no dudar nunca del llamado de Dios, a buscar siempre un sentido profundo para sus vidas volviéndose con confianza hacia Cristo y dejándose acompañar en su camino.

Después de la celebración, un almuerzo fraterno reunió a todos los presentes en un ambiente de alegría compartida, concluyendo así la profesión de nuestras hermanas en un clima de verdadera comunión.

Que, por la intercesión de Santa María Eugenia, muchas otras jóvenes respondan generosamente a la llamada de Dios en nuestra Congregación.

Hna. Marie-Madeleine AGONOU, R.A.