Del 26 al 30 de agosto 2024
Cada año, las Gymkhanas se convierten en un espacio donde la diversión y el aprendizaje se fusionan en una serie de actividades recreativas. Durante la semana, los estudiantes se sumergen en desafíos emocionantes que, más allá de la diversión, tienen un propósito mayor: sensibilizar sobre problemas actuales. A través de la creatividad, las Gymkhanas permiten que los estudiantes enfrenten estos temas desde una perspectiva dinámica y participativa, creando conciencia mientras se divierten. Pero, ¿qué hace que esta experiencia sea tan efectiva para abordar cuestiones sociales?
En la Unidad Educativa Particular La Asunción, en Guayaquil Ecuador, la Gymkhana clausura las celebraciones por la festividad de la Asunción de la Virgen María. Esta actividad, que se extiende durante una semana, combina el entretenimiento con la reflexión profunda sobre temáticas sociales, este año con el tema "Las tendencias en entretenimiento, ¿ocultan nuestra realidad?".
El objetivo central de esta edición fue analizar cómo las representaciones mediáticas, a través de tendencias como los deportes, la música, el cine, los videojuegos y la moda, influyen en nuestra percepción de la realidad. Se buscaba no solo exponer cómo los medios reflejan estos problemas, sino también cómo en ocasiones pueden distorsionarlos, afectando nuestra comprensión de las problemáticas sociales y culturales. A cada promoción del colegio se le asignó una de estas cinco tendencias, profundizando en el análisis y reflexión a lo largo de la semana.
La gymkhana comienza con una ceremonia de inauguración, en la cual los estudiantes de último año presentan una coreografía. Ellos, aunque no participan directamente en la actividad, desempeñan un papel crucial como jueces y líderes de los equipos de estudiantes que participan. Los cursos se organizan en dos equipos principales: Las barras y los gymkhaneros. Las barras tienen la tarea de alentar a sus equipos con cánticos, manualidades y decoraciones, todo vinculado con el tema y la tendencia asignada. Incluso crean barras que denuncian o reflexionan sobre el tema y la problemática central, lo que añade un elemento de crítica social a la actividad.
Los Gymkhaneros, por otro lado, son un poco más protagonistas en la actividad. Divididos en dos grupos por curso, compiten en diversas actividades a lo largo de la semana. Desde la creación de disfraces con cartón y materiales reciclados, hasta sociodramas y coreografías, cada uno de sus trabajos busca profundizar en la influencia de sus subtemas en el problema planteado. Los disfraces no son meramente estéticos, cada Gymkhanero debe representar el personaje proporcionado, ofreciendo un monólogo en el cual se explora cómo es ese personaje.
Las actividades se realizan a lo largo del día, aprovechando el tiempo después de las clases. Lo más interesante es que las tareas se hacen de un día para el otro, agregando un componente de creatividad y espontaneidad. Cada equipo recibe una hoja de instrucciones diarias, lo que obliga a los participantes a adaptarse rápidamente y trabajar en equipo para cumplir con los desafíos.
Una de las actividades más emblemáticas es la competencia de "postas", que mezcla el trabajo físico con la reflexión y el conocimiento. Los gymkhaneros deben realizar relevos y resolver tareas manuales, para luego enfrentarse a preguntas sobre cultura general, La Asunción, las tendencias, e incluso del país. Este año, se introdujo una novedad con una "posta culinaria", en la cual cada grupo preparó un plato que luego fue donado al equipo de mantenimiento del colegio, promoviendo así la solidaridad entre los estudiantes.
Durante esta semana, se concientiza a los estudiantes sobre la urgencia del cuidado del planeta, por esta razón, todos los materiales utilizados en esta actividad deben ser obligatoriamente reciclados. También, se hace una competencia de reciclaje, el curso que más recolecta cartones y botellas de plástico, tiene un premio.
El evento culminó con una ceremonia de clausura, donde se realizó una trivia. Los gymkhaneros compiten para responder correctamente preguntas que se les habían proporcionado con antelación, poniendo a prueba sus conocimientos adquiridos a lo largo de la semana. Al final, se reconoce el esfuerzo de todos los cursos con premios simbólicos, destacando que la gymkhana es una experiencia que une a la comunidad escolar y fomenta el crecimiento personal y colectivo.
Como organizador de la gymkhana, puedo decir que no fue un trabajo sencillo. Balancear lo lúdico con la seriedad del tema, resolver imprevistos y asegurarse de que cada estudiante viviera una experiencia enriquecedora, fue un desafío constante. Sin embargo, al final, ver la satisfacción en cada participante y cómo cada uno creció en valores y conocimientos, fue la mayor recompensa. Esta gymkhana fue un verdadero reflejo de cómo el entretenimiento puede convertirse en una herramienta para analizar y enfrentar las problemáticas que nos rodean, y me siento orgulloso de haber sido parte de su organización. También, estoy agradecido con mi grupo de trabajo por la organización y flexibilidad, constaté que es muy importante tener una comunidad que te respalde y apoye.
La Gymkhana en La Asunción es mucho más que una simple competencia; es una herramienta transformadora donde la consciencia, la creatividad y la diversión se entrelazan para dejar una huella significativa en los estudiantes. Al abordar problemáticas globales, se logra sensibilizar a los jóvenes sobre los desafíos sociales y culturales que enfrentamos. Además, al utilizar materiales reciclados en sus actividades, también aprenden sobre la importancia de cuidar nuestro planeta, integrando valores de sostenibilidad.
Esta actividad no solo es entretenida, sino también profundamente educativa. La Gymkhana fomenta el trabajo en equipo, la improvisación y el pensamiento crítico, mientras ofrece a los estudiantes la oportunidad de ver el impacto que pueden generar. Al final, más allá de los premios y la competición, la verdadera victoria radica en cómo cada estudiante se lleva consigo lecciones sobre el mundo que lo rodea y cómo puede contribuir a mejorarlo.
Por Ricardo Vásquez, estudiante de tercer año de bachillerato