Muy queridas hermanas:
El pasado fin de semana, 4 y 5 de mayo, tuvimos un segundo Encuentro Continental por Zoom con hermanas de 40 a 60 años con el tema: «Vida religiosa, artesana del cuidado», alentado por nuestras Provinciales y organizado por un grupo internacional de hermanas Ethel (ACC) Coordinadora, Gertrude (USA), Laura (Ecu-Méx) secretaria y responsable de las cuestiones técnicas, Mechita (AS) y Mary Anne (USA) que nos ayudó con la traducción.
Los objetivos se cumplieron pues seguimos construyendo vínculos y redes con las hermanas del Continente, es un gozo vernos y compartir en un espíritu de apertura, verdad y discernimiento las mociones del Espíritu en un ambiente muy sororal. Y el segundo objetivo: «Profundizar la llamada de la CLAR a ser «Artesanas del cuidado como vida consagrada».
Iniciamos con una oración muy hermosa y la Palabra de Dios con el pasaje del Buen Samaritano (Lc 10,24-37) nos introdujo a vivir nuestro Encuentro en profundidad.
Antes de iniciar se nos sensibilizo a vivir con la Metodología del Sínodo: Conversación espiritual que nos invita a hablar desde el corazón, a una escucha atenta de las llamadas del Espíritu a través del compartir de las demás, a hacer silencios, orar y descubrir mejor los frutos de la conversación. Se utilizó en los diferentes compartir en pequeños grupos
También fue un espacio de formación, observamos el video de una conferencia magnifica, de la Hermana Teresa Amaya CCVI «Cuidar la dimensión relacional: el arte de ser hermanas y hermanos» que describía muy bien la realidad de nuestras Congregaciones, nuestras comunidades a nivel interno, fue como recibir un «retrato de familia» pues nos sentimos muy interpeladas y lanzadas a atrevernos a ir «más allá de nuestros miedos». La hermana nos invitaba a la vida consagrada en general a enfrentar el miedo para ser auténticas artesanas del cuidado, esto solo se logra "saliendo y escuchando» a fin de conmovernos del dolor del otro. Esto solo se logra «ventilándonos», la VC necesita «oxigenarse» pues corremos el riesgo de asfixiarnos, metidas en nuestros individualismos, sistemas cerrados, narcisismos, auterreferencialismo, pérdida de memoria, es decir el temor a la autocrítica, a revisar y reconocer nuestros errores, a no hablar con la verdad, esto bloquea, paraliza, quita fuerza a la vida y a nuestra Vida Consagrada. Algunas palabras claves para poder vivir esto: comunidad, confianza, sinodalidad, itinerancia, superar el trauma generacional, necesidad de «movernos», escucha atenta en clave misionera.
Luego tuvimos una charla preparada por nuestra hermana Ana Sentíes sobre «María Eugenia y el Cuidado de la Comunidad» que también nos aportó muchas luces, pues desde los inicios de la Fundación, María Eugenia nos invita a vivir relaciones comunitarias evangélicas con actitudes de humildad, llaneza y benevolencia. Vivir el autocuidado inteligente, estar bien para el Reino y para los demás. La vida fraterna nos permite salud mental, salud integral, es necesario saber gestionar las emociones. Damos gracias a Dios por tener una Espiritualidad que nos lanza y desafía. La cultura del cuidado nos lanza a «hilar más fino» desde una conversión personal verdadera al estilo de Jesús, pidamos esa gracia para podernos amar, cuidar, ayudar comprender mejor a nuestras hermanas y a los demás en la misión. El Espíritu hoy nos llama a abrirnos a una conversión, a una «metanoia» personal y pastoral.
Nuestro primer momento del segundo día fue compartir en grupos las situaciones que nos conmueven y nos duelen de nuestro mundo y de nuestros países, hubo varias constantes, entre otras las siguientes:
¡Fue muy interesante y profunda esa toma de consciencia de nuestra realidad social que sufre, que grita! En otro momento retomamos las situaciones que aportan «Buenas noticias» y esperanza como lo es ver como la sociedad civil, las Conferencias Episcopales, la Conferencia de religiosas del Continente se expresan, se organizan y luchan por reconstruir el tejido social, la paz y la justicia en nuestros pueblos.
Tendríamos mucho más que compartir pues recibimos muchas luces del Espíritu para seguir buscando como Vida Consagrada en el Continente, queremos seguir «caminando juntas» como Asunción y abiertas a los otros. Pidamos que en este tiempo de gracia hacia el Capitulo General, el Espíritu nos siga guiando con sabiduría, audacia y que esta «oxigenación de la Congregación nos ayude a movernos más y a Revitalizar la Vida Consagrada en su conjunto en esta preparación al Jubileo del ano próximo.
Agradecemos profundamente la buena preparación de este Encuentro que nos ha «sacudido», la alegría de vernos y sabernos acompañadas en este camino pascual.
Constatamos que este tipo de encuentro nos «oxigena, llena de gozo y nos motiva» por lo cual queremos seguir encontrándonos por lo menos una o dos veces por año con la mayoría de las hermanas en lo posible.
Josefina Flores