Hace 184 años, el 9 de noviembre de 1839, las hermanas de la Asunción participaban en la 1ª Eucaristía en la capilla de la calle Vaugirard en París. Desde entonces, María Eugenia invitó a sus hermanas a ser adoradoras por toda la vida. Acogiendo el don que Dios nos hace en la Eucaristía y dando gracias por la presencia continua de Cristo en nuestras casas y en nuestras vidas, podemos meditar este capítulo de María Eugenia sobre la comunión y la adoración.
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