La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones se celebró con retraso en nuestra diócesis debido a otro gran acontecimiento que tuvo lugar el domingo del Buen Pastor: la dedicación de nuestra catedral, Nuestra Señora de la Paz. El domingo 7 de mayo, todos los equipos de las diferentes parroquias celebraron el día con distintas actividades: reflexión sobre la carta del Papa Francisco (vocación, gracia y misión), testimonios de personas consagradas, en este caso un sacerdote diocesano, un religioso y una religiosa y una pareja de cristianos, seguidos de preguntas y respuestas para explicar a los jóvenes los diferentes estados de vida en nuestra Iglesia católica. Fue un momento de fraternidad y alegría compartido con los jóvenes en su camino vocacional. Tienen muchas preguntas y en ocasiones los lleva a tener miedo de comprometerse en la vida consagrada. Varios religiosos se unieron a los grupos procedentes de diferentes parroquias para compartir su alegría por haber sido consagrados y enviados en misión al Chad. La Iglesia en el Chad tiene una importante presencia de misioneros de todos los continentes, lo que ya es un testimonio para los jóvenes que entran en contacto con nosotros en los diferentes lugares como parroquias, escuelas y otros. La llamada es una gracia, un don gratuito, pero requiere nuestra disponibilidad y nuestro compromiso para decir sí.
Damos gracias a Dios por todos los que nos han acompañado en el pasado y hoy, los "Juan Bautista" de nuestro tiempo que muestran el camino a Jesús, que dan su tiempo y su amor a los jóvenes. Gracias a ellos, Dios sigue llamando obreros a su mies.
Todas las parroquias rezaron ese día por todos los jóvenes en formación, en seminarios o en conventos.
Gracias por la diversidad de carismas en nuestra Iglesia-Familia del Chad.
Sor Aline Emmanuel B K, ra.