local_offer Vocación

¿Y tú, qué harías si Dios te llamara por tu nombre?

eventSábado, 10 Mayo 2025

Descubre qué es una vocación y cómo encontrar la tuya.

Todo empezó con una pregunta. No fue en voz alta. No fue un grito. Fue más bien un susurro al corazón.

A Marta, estudiante de arquitectura, le llegó en mitad de un voluntariado: "¿Y si mi vida pudiera ser más que diseñar edificios? ¿Y si pudiera construir esperanza?" A Sergio, profesor de instituto, le asaltó mientras preparaba una clase sobre el sentido de la vida: "¿Y si enseñar fuera solo el principio?"

Así es como nace una vocación: no como una imposición, sino como una invitación. Una llamada personal, única. Un "sígueme", como el que Jesús dirigió a Pedro, a Juan, a Mateo... y hoy quizá también, a ti.

 

¿Qué es una vocación?

La vocación es más que una carrera o un proyecto de vida. Es la respuesta a una llamada de Dios que toca lo más profundo de lo que eres. Es descubrir que no estás aquí por casualidad y que tu vida puede convertirse en don para otros. Como decía santa María Eugenia:

“Transformar la sociedad por medio del Evangelio, empezando por lo más profundo del corazón.”

 

¿Y qué tipos de vocación hay?

Cada cristiano está llamado a algo grande. No todos igual, pero todos con el mismo Amor como origen y destino.

  • Vocación laical: Personas que, sin pertenecer a una congregación religiosa, viven su fe en medio del mundo. Madres, padres, jóvenes, profesionales… construyendo el Reino desde su vida cotidiana, con alegría y compromiso. Ejemplo: los jóvenes de la Familia de la Asunción que trabajan por la justicia, la paz y el cuidado de la Tierra.
  • Vocación al matrimonio: Es amar al otro como Cristo ama: sin medida, con fidelidad, con entrega. Es hacer de la familia una iglesia doméstica.
  • Vocación consagrada: Religiosas, religiosos, monjes, monjas... que lo dejan todo para seguir a Jesús más de cerca. Viven en comunidad, oran, sirven, enseñan, acompañan. Ejemplo: Las hermanas de la Asunción, presentes en más de 30 países, educando, anunciando el Evangelio y caminando con los más pobres.
  • Vocación sacerdotal: Quienes son llamados a ser pastores del pueblo de Dios. A celebrar los sacramentos, predicar la Palabra, guiar a la comunidad. Una vocación de entrega total.
  • Vocación misionera: Algunos reciben el fuego de llevar el Evangelio más allá de sus fronteras. No solo cruzan países, también cruzan prejuicios, barreras, y se hacen hermanos de todos.

 

¿Cómo saber cuál es la tuya?

Escucha. Pregunta. Atrévete. Dios no habla con megáfonos, pero sí con paz en el corazón. El Papa Francisco lo dice claro:

“La vocación es una llamada de amor para amar.”

No necesitas estar seguro al 100%. Solo necesitas abrir el corazón. El resto... lo hace Él.

 

Y tú… ¿ya sabes qué harías si Dios te llamara por tu nombre?

  • Empieza por escuchar.
  • Habla con alguien que viva su vocación con alegría.
  • Y no tengas miedo de preguntar: “¿Señor, qué quieres de mí?”