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Provincia de África del Oeste: ¡Eco de los Jubileos de los 25 Años y de las Primeras Profesiones Religiosas en África Occidental!

P eventViernes, 27 Junio 2025

 Varios eventos importantes reunieron a nuestra Provincia este verano del 30 de julio al 22 de agosto de 2024. Miembros de los cinco países de nuestra provincia (Benín, Níger, Togo, Burkina Faso y Costa de Marfil) se reunieron en el Noviciado Notre Dame de l'Assomption en Bobo-Dioulasso, ubicado en el suroeste de Burkina Faso, por varias razones: hacer el retiro anual dirigido por el Padre Nestor DABIRE, un jesuita burkinabé en misión en Mali, para la transmisión del Capítulo General, el Capítulo Provincial para la elección de nuevas consejeras provinciales y encuentros generacionales de hermanas, junto con otras actividades.

En medio de todo esto, hicimos una pausa para celebrar una hermosa Eucaristía con motivo del jubileo de plata de nuestras tres hermanas: Clémence Dondassé, Pascaline Kaboré y Marie-Blandine Bahtey Kouassi, así como la profesión temporal de Joanna Marie Madeleine du Bon Pasteur y Claudine Marie Kiswend-Sida de Jesús. La Eucaristía fue presidida por el Padre Yves Joseph Marie TANGA, amigo de la comunidad del Noviciado. Su homilía en esta ocasión fue profunda y con un mensaje de esperanza.

Aquí os compartimos algunos extractos:

“¡Escogidos y llamados para amar, permanecer y dar el fruto que permanece (la vida de Dios) con alegría y confianza! ¡No temas, porque estoy contigo! ¡No temas, porque te amo! ¡No temas, porque estoy contigo!... ¡No temas, porque mi confianza en ti se renueva cada mañana!”

“Este es el mensaje de la Palabra de Dios para nosotras, en este día de acción de gracias e intercesión por nuestras hermanas Clémence, Marie Blandine y Pascaline Kaboré, que celebran su jubileo de plata – al menos ellas consiguieron la medalla de plata sin ir a los Juegos Olímpicos – y por las hermanas Claudine Marie y Joanna Marie Madeleine, quienes piden la ‘gracia de servir con mayor perfección al Señor en la congregación de las Religiosas de la Asunción. ¡Gloria al Señor bueno, generoso y benevolente, por tantos beneficios de su amor incansable y fecundo, que renuevan, estimulan y despiertan en nosotros el deseo de amarlo y servirlo en el camino trazado e iluminado por las huellas de las hermanas mayores y las menores, hijas de Santa María Eugenia de Jesús!” Dirigiéndose a la asamblea de hermanas, padres y amigos, dijo lo siguiente:

“Saludo y felicito a nuestras hermanas  jubilares y a nuestras hermanas que en breve harán sus votos. Y juntos, con la alegría que nos da la confianza en la fidelidad del Señor, celebremos las maravillas de la vida consagrada, acogiendo con gozo lo que el Señor dice hoy a nuestra Asamblea: ¡Amar – Permanecer – Dar vida y la alegría de vivir en Dios y para gloria de Dios! Con la certeza que el Señor nos da: ¡Te he redimido y llamado! ¡No temas – eres mío – estoy contigo! Estas tres palabras son imperativos (mandamientos urgentes e ilimitados) que explican tres afirmaciones en presente (es seguro y es ahora cuando debemos comprometernos…). De esta manera, la aventura de aquellos que el Señor elige y llama a Él nunca es ambigua y no debe serlo: comienza y se desarrolla con el Señor Dios, quien toma la iniciativa de la relación y, al mismo tiempo, se compromete a cumplir lo que su Palabra promete. Luego suplica: ¡DA (generosamente)! ¡NO RETENGAS (inútilmente)! (Is 43:7) Si quieres amar, permanecer y dar la vida de Dios, como el Señor…” Finalmente, a las dos novicias que estaban a punto de pronunciar sus primeros votos, les dijo:

“Queridas hermanas Claudine Marie Kiswêndsida ROAMBA y Joanna Marie Madeleine KONKOBO, quienes estáis a punto de comprometeros en la congregación de las Religiosas de la Asunción por los votos de pobreza, castidad y obediencia, el Señor os llama a un alto grado de amor que no se vaya enturbiando  con cosas y alegrías pasajeras o insignificantes que deban esconderse o disfrazarse para simular la verdad o la rectitud de vida.          

Según el Evangelio que habéis escogido, es para amar hasta el final, como el Padre y su Hijo; sostenidas y guiadas por el suave susurro de la vida de Santa Teresa del Niño Jesús: ‘Amar es darlo todo y darse a uno mismo.’ ¡Dad todo al Señor para amar más y más perfectamente! ¡No retengáis para vosotras mismas o solo para unos pocos los dones del Señor para la vida y la misión! Eso bloquearía la fecundidad del Evangelio y heriría la vida comunitaria y fraternal. Y no esperéis nada a cambio, excepto saber que estáis obedeciendo el mandamiento del Señor: Como el Padre me ha amado, así también yo las he amado. Permaneced en mi amor, en una entrega total que se renueva cada día por la serenidad y la generosidad del “Desprendimiento gozoso”: Todo para Jesús y por Jesús, porque es Él, y solamente Él. ¡Esta es la alegría perfecta a la que el Señor os llama y que la Iglesia, a través de la Asunción, os propone! Esta es la fuente de la verdadera fecundidad y de la alegría perfecta. ¡HERMANAS, ATREVEOS! Y que la oración de toda la Iglesia os acompañe.”

Al final de esta hermosa celebración el 14 de agosto, un fraternal almuerzo y danzas alegres cerraron la jornada.

Hermana Marie-Madeleine AGONOU, RA