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Semana 4 - Domingo 1 de mayo - Domingo 8 de mayo de 2022
Aquí estamos a principios de mayo, Dios sigue enriqueciéndonos en nuestra sesión a través de las diferentes ponentes que se entregan para compartir sus conocimientos y experiencias con nosotras. Durante esta semana que termina, hemos tratado los siguientes temas: el Evangelio según San Marcos, la Consagración Religiosa y el Prólogo de la Regla de Vida. También nos ha sobrecogido la inauguración del museo de nuestra Congregación el domingo 8 de mayo.
Seguimos saboreando en profundidad la sabiduría de las mujeres sabias que Dios ha puesto en nuestro camino. El objetivo abandonarnos enteramente a Él a través de nuestras hermanas que se entregan en cuerpo y alma para darnos a conocer el secreto de una vida entregada al seguimiento de Jesucristo. Como los primeros discípulos, sentimos la llamada a salir al mundo para dar testimonio de que Él está presente en medio de su pueblo. En este sentido, al acercarnos al Evangelio de San Marcos, las claves dadas por nuestra hermana Miriam Moscow nos ayudaron a meditar y a alimentarnos del Evangelio aplicándolo a nuestra vida cotidiana. El tiempo que pasamos con ella nos ayudó a tomar conciencia de nuestra vocación, a ser discípulos que ofrecen lo mejor de uno mismo. En este contexto, San Marcos nos dirige a ti y a mí la pregunta que nos hace Jesús: "¿Qué queréis que haga por vosotros? Mc 10,50.
Durante la jornada de integración, pudimos interiorizar lo que recibimos cada día. Este día sigue siendo muy querido para nosotras porque es como un oasis en el que nos sentamos a buscar y beber, para finalmente continuar nuestro camino con frescura.
La hermana Martine Tapsoba, nos ayudó a comprender la realidad de la Vida Consagrada que se basa en los tres consejos evangélicos. Gracias a su intervención, estamos convencidas de que el compromiso de seguir a Cristo comienza, en primer lugar, con un encuentro personal con Él. En definitiva, es el encuentro con Cristo y la respuesta a su Amor lo único que puede movilizar toda una vida para hacer un don gozoso a Dios al servicio de los demás. En este contexto, nosotras mismas hemos descubierto que Dios nos ha llamado, no por nuestros méritos, sino por su misericordia. La acción de gracias brota del corazón.
Nuestro corazón se alegra al descubrir que el Prólogo de la Regla de Vida contiene toda la riqueza de la Asunción. Qué alegría escuchar a nuestra hermana Sandra hablarnos del contenido del Prólogo en profundidad con ejemplos concretos. Nos abrió los ojos y vimos que la luz venía de nuestras primeras hermanas que nos trazaron el camino a seguir y nos dieron nuestra identidad. Hoy, por tanto, podemos decir sin dudar que somos Religiosas de la Asunción. Al leer el Prólogo, nos dimos cuenta de que debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad de ver la Asunción como un don de Dios y de seguir alimentando este don.
Al final de esta semana, hemos recogido un tesoro. Este tesoro debe ser guardado y compartido. Que nuestra Madre Santa María Eugenia camine con nosotras y que la Virgen María interceda por nosotras iluminando nuestro Sí para que sea un Sí incondicional.
Hna Rita Eugenia, Provincia de Ruanda Chad y Hna Lydia, Provincia de Madagascar