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Semana 5
El sentido de nuestra consagración a Dios: cada voto es un REGALO de Dios, una PROMESA. Nuestra parte es recibirlo y responder a él, es la alegría de dar testimonio de su amor.
El voto de pobreza con la Hna. Patricia Norbertine: Jesús, desde su encarnación y en toda su misión aquí abajo, es la fuente de nuestra pobreza. Santa Marie Eugenia también nos habló de la pobreza desde los inicios de nuestra Congregación. La pobreza es el fundamento del espíritu de fe y de la sencillez. Por eso María Eugenia estaba tan apegada a ella.
Vivir la pobreza en la Asunción: la importancia de compartir, tener la alegría de dar y recibir, estar cerca de los pobres.
El voto de castidad con la Hna. Isabelle Roux: respuesta a la Alianza "Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.” Jer 31:33 La castidad es permanecer cerca de esta fuente interior. Es un arte de vivir, una cualidad del amor donde experimentamos la libertad del corazón. El amor fraterno en comunidad, la apertura, el diálogo y el perdón mutuo, la aceptación de uno mismo y de los demás, nos ayudan a vivir fielmente este voto.
El voto de obediencia con la Hna. Christine Foulon: La obediencia es un acto de fe que tiene su fuente en Jesús obediente y que madura a través de la oración. Nos enseña a entrar en la voluntad de su Padre. Es una libre responsabilidad, pero que nos compromete por completo, porque nos pide que seamos humildes, confiadas y rectos. Al obedecer a nuestros superiores, a los acontecimientos de la vida, a la comunidad, obedecemos a Dios que nos los ha dado como mediaciones.
La hermana Françoise Martin comentó las dos virtudes de la humildad y la alegría. La humildad es una virtud que nos ayuda a vivir nuestros votos. La verdadera humildad consiste en consentir ser ante los demás como somos ante Dios. La humildad y la alegría están profundamente unidas, dan un color particular a nuestra manera de vivir la consagración a la Asunción.
El domingo 15 de mayo pasamos un lindo día con la Familia de la Asunción. Junto con las Hermanitas de la Asunción participamos en la celebración eucarística presidida por el P. Dominique Lang, Agustino de la Asunción en la capilla de Notre Dame des Anges, rue Vaugirard. La misa también fue rica en el espíritu de familia, una celebración como iglesia doméstica. Luego, tras un picnic compartido, nos dirigimos a la Casa General de las Hermanitas de la Asunción, donde pudimos compartir nuestras experiencias, visitar su museo y conocer a su Consejo General. Nos sentimos muy unidas. Después, juntas visitamos a las Hermanas Oblatas de la Asunción en su Casa General de la calle Lecourbe. Allí vivimos un encuentro fraternal. Nos impresionó la comunión entre nosotras. Nos sentimos como una familia que trabaja para hacer realidad el Reino de Dios. "QUE VENGA TU REINO".
Hna. Jeanne Odile, de la provincia de Madagascar